Congresos, Seminarios y Conferencias

                             


Introducción

Para muchas bibliotecas públicas municipales la cooperación se presenta como la única herramienta eficaz de prestar servicios bibliotecarios a una comunidad determinada. En España se han analizado las posibilidades de colaboración a partir de dos modelos experimentados: los servicios de apoyo centralizados y las bibliotecas integradas (Mañá, 2007).
El primero ha sido aplicado tanto por la Administración como por las propias bibliotecas públicas y cuenta con numerosos ejemplos, aunque en la mayoría de los casos se trata de actividades de extensión bibliotecaria y no de cooperación entre bibliotecas. El segundo modelo es prácticamente desconocido en nuestro país, entre otras razones, por el escaso éxito de los pocos intentos llevados a cabo. En el contexto actual, consideramos que se están produciendo una serie de acontecimientos que posibilitan un cambio de tendencia, permitiendo el desarrollo de esta forma de cooperación entre distintos tipos de bibliotecas. Estas circunstancias son las siguientes:
       • Notable desarrollo de las bibliotecas escolares (creación de nuevos edificios, interés por definir el perfil del bibliotecario escolar, dotación de presupuestos propios), con interesantes proyectos como el realizado por la Comunidad de Madrid para el desarrollo del Plan de Bibliotecas Escolares en Red1. De esta forma, se cumpliría el principio fundamental de igualdad entre bibliotecas públicas y escolares, sentando las bases para una cooperación real.
       • En el Espacio Europeo de Educación Superior, la biblioteca escolar comienza a distanciarse del marco tradicional de la biblioteca pública y se transforma en los llamados CREA (Centros de Recursos para la Enseñanza y Aprendizaje), tomando como principal referencia un nuevo concepto de biblioteca universitaria: el CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación). Así pues se abre una nueva dimensión educativa para las bibliotecas públicas en la que estos factores de cambio hacen que la biblioteca pública no deba renunciar, sino transformar su función educativa, buscando nuevos escenarios como la responsabilidad social, los aprendizajes, la alfabetización en información y la cooperación interbibliotecaria (Marzal, 2006).
       • Tras muchos años en los que ha sido considerado como “la Cenicienta del sector bibliotecario” (McNicol, 2008), el modelo de bibliotecas integradas, comienza a consolidarse como se concluyó en el “Joint Use Libraries, an international conference” 2, celebrado en Manchester en junio de 2007, y que reunió a un centenar de profesionales de todo el mundo.
       • Aparición en 2007 de un interesante y ambicioso proyecto en Castilla-La Mancha donde se crean cinco bibliotecas de doble uso (escolar y pública).